A mediados de agosto Ana Defez (BMT Casas de Ves) y Kika Basarán (Toledo-O) representaban a España en el Campeonato de Europa Absoluto que tenía lugar en Hungría. Ana nos cuenta su experiencia
El miércoles 14 de agosto, algunos integrantes de la selección española partimos desde Madrid con destino a Hungría para participar en el Campeonato Europeo de Orientación. Una vez aterrizamos en Budapest, nos reunimos con el resto del equipo y nos dirigimos a la ciudad de Mór, donde pasaríamos el resto de la semana. Después de instalarnos en lo que sería nuestra casa durante estos días, salimos a probar el terreno con un entrenamiento que habíamos preparado desde España. Queríamos familiarizarnos con el entorno y las condiciones, ya que los próximos días iban a ser exigentes, especialmente debido al calor.
El jueves 15 de agosto realizamos el «Model Event» para las distancias Media y Larga. El terreno era bastante similar a algunas zonas del norte de España, con un desnivel notable y una vegetación densa que requería atención constante. Las temperaturas, aunque eran similares a las de España se sentían algo más intensas debido a la humedad.
El viernes 16 comenzaron las competiciones oficiales con la clasificación para la Media Distancia. Fue una carrera muy rápida, con el tiempo del ganador rondando los 25 minutos. Había tres series con alrededor de 40-50 participantes cada una, y solo los 20 primeros de cada serie pasaban a la final. Desafortunadamente, la suerte no estuvo de nuestro lado y, aunque algunos de nosotros estuvieron cerca, ninguno logró clasificarse para la final.
El sábado 17, se celebró la final de la Media Distancia. Como no nos habíamos clasificado, aprovechamos la mañana para salir a rodar un poco y soltar las piernas. El resto del día lo dedicamos al descanso y a seguir la final desde casa, ya que se celebraba a mediodía y las temperaturas seguían siendo altas. Esta pausa nos permitió recuperar fuerzas, ya que el domingo 18 nos esperaba la prueba de Larga Distancia.
El domingo 18 fue el turno de la Larga Distancia, una de las pruebas más duras del campeonato. Sabíamos que iba a ser un día exigente, tanto por el calor como por el desnivel del terreno. Aunque técnicamente no era una carrera demasiado complicada, el recorrido incluía dos tramos largos que requerían una buena planificación y resistencia. En mi caso, el primer tramo largo no lo ejecuté demasiado bien, me costó encontrar la mejor elección de ruta para mi y además la ejecuté mal. Aun así, el resto de la carrera fue más o menos limpio en cuanto a técnica, aunque cometí otro error importante al no ver una baliza, a pesar de haber pasado muy cerca de ella.
Tras la dura prueba de la Larga Distancia, el lunes 19 tuvimos un merecido día de descanso. Aprovechamos para hacer el model event de los relevos, que se celebrarían al día siguiente. Fue una buena oportunidad para estudiar el terreno y preparar las estrategias.
El martes 20 de agosto, llegó el día de los relevos, una de las pruebas que más me gustan, aunque participamos con dos equipos masculinos. Kika y yo corrimos en el relevo masculino, por lo que cuando recibí la última posta, lo hice en solitario. Aunque la situación no era la ideal, me sentí cómoda en el terreno y disfruté la carrera.
En lo personal, me voy de esta experiencia con un sabor de boca agridulce. Sabía cuál era mi nivel y que no iba a destacar por los resultados, pero aún así, las competiciones no fueron del todo como me hubiese gustado. En la media distancia cometí demasiados errores debido a los nervios. Sin embargo, cada competición es una oportunidad para aprender y mejorar, y me llevo muchas lecciones de esta semana en Hungría.
Ahora, ya tenemos la vista puesta en la próxima competición internacional: la World Cup 3, que se celebrará en Finlandia a finales de septiembre. Además, en octubre competiremos en los Campeonatos de España (CEO) de sprint en Guadix, y en noviembre en el CEO de bosque que se disputará en Ciudad Real.